En Edimburgo, capital y segunda ciudad más grande de Escocia las opiniones están divididas ante una gran premisa: independencia sí o no. El ministro principal escocés, Alex Salmond,
defendió en el congreso anual del Partido Nacionalista Escocés (SNP) la
viabilidad económica de una Escocia independiente del Reino Unido,
informó Efe esta semana.
La semana pasada se logró un acuerdo político por el que
los poderes del Estado delegaron en el parlamento regional la capacidad
de convocar y organizar un referendo de independencia «antes del final de 2014».
Pete, un vendedor apuesta por el sí, se apoya en estas razones económicas. «Estoy a favor de la independencia porque quiero que los impuestos que pago reviertan en mí país», dijo
Sin embargo, hay otros escoceses que consideran que las
ventajas económicas de la separación no son tan claras y que hasta ahora
se han beneficiado de pertenecer a la Unión Europea como parte de Reino
Unido.
En Edimburgo hay unos 20.000 españoles,
lo que representa el 5% de la población, que en su mayoría estan
habilitados para votar. En su caso la opinión también está dividida.
«Escocia contribuye con un 9,6% de los impuestos recaudados en el Reino Unido y, a cambio, solo recibe un 9,3% del gasto. Esta diferencia es de 2.700 millones de libras (3.327 millones de euros) o, lo que es lo mismo, mil libras (1.232 euros) para cada familia escocesa», señaló Alex Salmond el jueves.
(Fuente)
Líderes escoceses y británicos han acordado celebrar un referéndum en
el 2014 que permitirá a los escoceses votar si quieren permanecer en el
Reino Unido o declararse independientes. El ministro principal de
Escocia, Alex Salmond, presionó duramente para lograr el acuerdo, pero
la era de William Wallace pasó hace mucho tiempo y hay razones de peso
para pensar que los escoceses elegirán permanecer en la unión.
Actualmente, apenas cerca de un tercio de los escoceses afirma que
votarían por la independencia. Aquí hay algunas razones del porqué:
1. La economía luce mal para los escoceses. “La encuesta escocesa de
actitudes sociales del año pasado encontró que las opiniones acerca de
la independencia dependen enormemente de la percepción de su impacto
económico”, escribió Janan Ganesh del Financial Times.
2. La Unión Europea, cuidadosa de no alentar el separatismo, podría
no aceptar a Escocia. Walter Russell Mead explica: “Muchos estados
miembros de la UE luchan contra sus propios movimientos independentistas
y pocos tienen simpatía por los secesionistas de cualquier lugar.
Países como España vetarían el ingreso de Escocia independiente a la zona euro, tal como lo han hecho con Kosovo, temerosos de sus propios catalanes y vascos”.
Países como España vetarían el ingreso de Escocia independiente a la zona euro, tal como lo han hecho con Kosovo, temerosos de sus propios catalanes y vascos”.
3. Cameron bloqueó la popular opción de en medio. En un momento,
parecía que la boleta escocesa podría ofrecer una tercera opción a
permanecer en el Reino Unido o abandonarlo: la “devolución mejorada”, en
la que Escocia se quedaría en unión, pero con una mayor autonomía.
Ésta era la opción más popular en las encuestas y bien pudo haber
pasado, pero el Primer Ministro británico consiguió con éxito eliminarla
a cambio de permitir que los escoceses de 16 y 17 años de edad voten.
4. Escocia no tiene grandes opciones de divisas. El plan de Salmond
para Escocia es conservar la libra esterlina, creando una especie de
mini zona euro de dos países. Pero mantendría a los escoceses moviendo
efectivo británico y dependientes de las instituciones financieras
inglesas.
Si estas tendencias se mantienen, entonces parece que la economía y
un mal momento derrotarán a una de las campañas de independencia más
largas de Europa.