La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó ayer a Nicaragua y Costa Rica abstenerse de enviar fuerzas de seguridad a una zona fronteriza en disputa, a la espera del fallo final sobre una demanda costarricense por un diferendo que tensó los lazos bilaterales.
"Las dos partes se abstendrán de enviar o mantener en el territorio en disputa agentes, ya sean civiles, de policía o de seguridad", resolvió la corte, al pronunciarse sobre las medidas cautelares que San José reclamó contra Managua tras acusarle de haber invadido militarmente un minúsculo territorio cuya soberanía reivindican ambos.
"Las dos partes se abstendrán de enviar o mantener en el territorio en disputa agentes, ya sean civiles, de policía o de seguridad", resolvió la corte, al pronunciarse sobre las medidas cautelares que San José reclamó contra Managua tras acusarle de haber invadido militarmente un minúsculo territorio cuya soberanía reivindican ambos.
En concreto, los costarricenses habían reclamado a la máxima instancia judicial de la ONU que ordenara a su vecino no estacionar tropas en la pequeña isla de Portillos, situada en el río fronterizo San Juan, cerca de la desembocadura del Caribe.
La CIJ conminó además a ambos países a evitar "toda acción que pueda agravar o extender el diferendo". Ambos deberán "vigilar la zona en disputa" a partir de sus territorios soberanos y mediante "la cooperación de sus fuerzas de policía y seguridad", para "luchar sobre todo contra la criminalidad", afirmó.